viernes, 21 de marzo de 2014

El Sueño del Ego.

Con un simple toque al interruptor, las cortinas fueron abriendo, dejando al descubierto hermosos ventanales que daban a un precioso jardín lleno de colorido. En la fuente del jardín los pajaritos bebían como siguiendo al compás de la música que venía del cuarto de baño, donde le esperaban toallas felpudas y una bañera exhalando aromas de sales y burbujas que explotaban diferentes coloridos. Envuelto en una de las toallas, se dispone a desayunar en una mesa finamente preparada, con dulces, frutas, café y zumo. Hay una ligera duda cuando decide vestirse, pues la cantidad de ropa dispuesta a satisfacerle le toma demasiado tiempo a decidirse…y no tiene tiempo, el tiempo se agota. Elige lo primero que le cae en las manos y se viste rápido. Saliendo de la habitación se encuentra en un descansillo, y luego dos tramos de escaleras que dan a un salón enorme le esperaban, lleno de muebles victorianos y un piano de cola blanco que no tiene tiempo de mirar, porque el tiempo se agota, y él sabe que se agota. Oye sonar un timbre y sigue tembloroso, porque el tiempo se agota.
Con un simple toque al interruptor, el despertador paró de sonar…las cortinas del sueño fueron abriendo, dejando al descubierto su enorme ego…

El Ego es solamente eso: un sueño, una creación tuya, y no un hecho. La mente creó el Ego que quiere y exige alimentarse.
En estado de vigilia, el propio Ego, con su astucia, hace con que niegues su existencia y es la forma que encuentra de protegerse para no ser atacado.
El amor propio es una astuta creación del Ego que, engañándose a sí mismo, cree que es real, y cualquier acto que perciba como amenaza a su existencia, usará de este artificio.
El Ego considera el cuerpo como su hogar, su salón de visitas, y su mayor arma de ataque es la comparación con otros egos, en el intento de autoafirmarse en su propia creencia y en su débil demonstración de fuerza.
Si el Ego intenta hacerte ver que hay un enemigo ahí afuera —y lo hará, debes saber que él mismo es tu peor enemigo. Se le concede demasiada fuerza para que se exprese y a través de esa concesión acaba adquiriendo el control, diciendo qué debemos recordar — en qué momento se sintió herido, menospreciado, abandonado o dejó de ser el centro del universo que él mismo ha creado —su universo y siempre, siempre, buscará un culpable usando del juicio fácil, trayendo toda la información negativa del pasado que él hábilmente sabe recabar, y te bombardeará con toda esa información que es su forma de mantener tu lealtad y que creas que él mismo es real, así es la forma de actuar del Ego.
No debemos destruir el Ego, ni atacarlo, solamente con no alimentarlo él se hará débil y volverás a tener el control de tu mente. Obsérvalo sin involucrarte y trátalo con amor. Quizás el sueño no sea tan bello, pero verás la belleza de tu propia realidad sin compararte con nadie.


Que así sea!   ©  jose luis iglesias ros

No hay comentarios:

Publicar un comentario